27/9/11

Poema para la exposición "Little Boxes" de Paula García Arizcun en Panta Rhei, Madrid.

Se pone una caja sobre la cabeza
Despliega una caja de cartón, y luego la pliega
Apila cajas y luego las abraza
Tiene dos cajas pequeñas, una parece una tienda de campaña
Se sube en una caja de madera y canta en inglés
Las cajas que habita son todas azules
Apila cajas y luego las abrazaba
Su caja, por la noche, echa raíces profundas
Le gustan los azulejos de su caja
En el baño aprecia la intimidad de su caja
Se hace una bufanda caja, tiene frió
Su caja tiene muchas ventanas, y veintiséis chimeneas
Se sienta en una silla, se apoya sobre la pared de la caja
Dibuja una “o” en una pequeña caja
Perfila, con sus manos, sombras sobre la pared de su caja

Pisa las casas vacías
Se pone una casa sobre la cabeza
Despliega una casa de cartón, y luego la pliega
Apila casas y luego las abrazaba
Tiene dos casas pequeñas, una parece una tienda de campaña
Se sube en una casa de madera y canta en inglés
Las casas que habita son todas azules
Apila casas y luego las abraza
Su casa, por la noche, echa raíces profundas
Le gustan los azulejos de su casa
En el baño aprecia la intimidad de su casa
Se hace una bufanda casa, tiene frió
Su casa tiene muchas ventanas, y veintiséis chimeneas
Se sienta en una silla, se apoya sobre la pared de la casa
Dibuja una “o” en una pequeña casa
Perfila, con sus manos, sombras sobre la pared de su casa
Poema incluido en el catálogo de la exposición de Beatriz Palomero, en spazio p de Cagliari.

Un día cualquiera

Hoy me ha despertado la bocina de un coche,
una chica de siete brazos me ha sonreído.
Me he tomado un zumo de naranja,
una chica de pelo rojo hacía flexiones mientras murmuraba algo [incomprensible.
Bajando las escaleras me he quedado mirando la luz que entraba por la [ventana,
una chica con medias de rayas y minifalda me ha mirado del revés.
En el mercado una anciana me ha contado una historia,
de una mujer desnuda salían hojas de laurel.
Mientras estaba comiendo, un pájaro se ha posado en el alféizar de la [ventana,
dos hermanas vestidas de rojo cantaban desafinando.
Por la tarde ha venido una amiga a visitarme, hemos reído, y llorado,
la niña de ocho pechos nos ha saludado sin ganas.
Luego por la noche he estado estudiando las mil formas de mirarte,
la mujer de ojos pintados sostenía una enorme piedra por encima de su [cabeza.
Me acosté demasiado pronto, me dolía la cabeza,
una joven delgada hacía globos en su boca con un chicle gris.
Me ha costado dormirme, di muchas vueltas, no sabía donde estaba mi [felicidad,
una mujer mayor bailaba moviendo su negra melena.